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martes, 19 de noviembre de 2013

SANCHEZ PIZJUAN ¿UN LIBERAL? (II)


                                Queipo de Llano, Balbontín, Sánchez Pizjuán y Calderón en Nervión 7-05-1939

Hay quien se dedica a elucubrar sobre el grado de inclinación balística de los proyectiles, o a calcular el número de vehículos militares que caben en un área de un campo de fútbol.

No dudamos de cuan ingeniosos pueden llegar a ser algunos para enmarañar, confundir y conseguir que no se hable de otros temas más escabrosos para sus intereses. 

A su vez este tipo de publicaciones tienen como efecto aglutinar y reagrupar a la pleyade de anónimos palmeros, que jalean estruendosamente estas "importantes investigaciones". 

En fin, cada uno es muy libre de escribir sobre lo que quiera, desde la exportación de naranjas hasta los parabienes de la casa real británica, pasando por el tamaño de las tanquetas o las mil y una conspiraciones tramadas por todos los estamentos periodísticos a lo largo de la historia.

Nosotros a lo nuestro, a seguir desvelando una serie de aspectos desconocidos en unos casos, o sabiamente ocultados en otros.

Ya en nuestra primera intervención de la serie dedicada a Ramón Sánchez Pizjuán, y su relación con los poderes militares y civiles que gobernaban en la Sevilla de la guerra civil y la posguerra, anunciábamos que aquello era un ligero aperitivo. Que a continuación serviríamos una comida completa, con su correspondiente primer plato, su segundo y su postre.

Pues bien, vamos a ello.

Cuando en otra entrada anterior expusimos nuestra postura ante la labor propagandística y de apoyo al régimen franquista por parte de Sánchez Pizjuán, desde La Palangana Mecánica se defendió la siguiente postura:



Es decir, que Sánchez Pizjuán “se adhirió a la causa” por su interés en proteger al sevillismo y a sus jugadores.

Esta misma idea subyace en otras informaciones sobre Ramón Sánchez Pizjuán, como lo que nos cuenta Agustín Rodríguez:

Ya en la primera división siguen llegando refuerzos, Ayuela del Sestao, Epelde del Zaragoza, Palencia del Betis y Viri del Melilla. El Sevilla queda en el quinto lugar, pero sería en la Copa de España, donde el éxito sería total al proclamarse Campeón de la Copa de 1.935, ganada en la final que se disputa en Madrid frente al Sabadell. Ramón Sánchez Pizjuan hace una gran labor cuando en España estalla la guerra civil, aparte de preservar a toda la plantilla para evitar que vayan al frente, con la ayuda de Antonio Sánchez Ramos y el entrenador Pepe Brand montan una gran plantilla de jugadores captando a los que tras la guerra formarían la delantera más importante de la historia del Sevilla, la delantera “stuka” con López, Pepillo, Campanal, Raimundo y Berrocal. Durante la guerra el Sevilla juega más de 80 partidos por toda la llamada zona nacional, la mayoría de estos partidos eran benéficos, en pros de los soldados, niños huérfano por la guerra, comedores populares, etc.

Así Sánchez Pizjuán confraternizó con el poder franquista durante la guerra civil con un único objetivo: proteger a su club y a sus jugadores, a los que de esta forma conseguía una serie de destinos (enchufes, hablando vulgarmente) más propicios.

No dudamos de la certeza de estas afirmaciones. Es más, ello nos pone en la pista de que no serían, por lo tanto, muy tensas ni enfrentadas las relaciones entre el Sevilla FC como institución y el estamento militar, ese que, según La Palangana Mecánica, era un antro de fascistas que actuaba en connivencia con los dirigentes béticos.

Una incongruencia más por parte de estos sesudos y multidisciplinados investigadores palanganas. Porque de ser cierta esa conexión y continua conspiración bético-militar los jugadores sevillistas habrían sido enviados a la primera línea del frente, la actividad del equipo sevillista habría sido nula durante el periodo bélico y Sánchez Pizjuán habría sufrido la represión que, sin ningún genero de dudas, cayó sobre los opositores al régimen militar. Nada de esto ocurrió…       
       
La contienda bélica termina a finales de marzo de 1939 y los jugadores se van reintegrando paulatinamente a la actividad deportiva de sus clubs. De hecho en Andalucía las competiciones oficiales se reiniciaron incluso antes de acabar la guerra, y ya en enero de 1939 comienza a disputarse el Campeonato de Andalucía, que finaliza en abril.

La siguiente competición que se juega es el llamado Torneo Nacional, que se disputó desde mayo de 1939 con la ausencia de los clubs representantes de aquellas zonas que durante el primer trimestre del año 1939 aún estaban en territorio republicano. Ello porque los clasificados para jugarlo accedieron a través de los campeonatos regionales disputados en ese primer trimestre en la zona franquista. Así, ni los clubs catalanes, valencianos, murcianos ó madrileños participaron en el torneo, al que luego se equiparó con el Campeonato de España, ya bajo la denominación de Copa del Generalísimo.

Esta Copa del Generalísimo tenía previsto su inicio el domingo 7 de mayo de 1939, pero se atrasó una semana, comenzando el 14 de mayo. ¿El motivo de tal retraso?


                                               Fe 12-04-1939



                                                FE 12-04-1939

De este encuentro entre las selecciones de Lisboa y Sevilla, organizado por el Sevilla FC como homenaje al Ejército, ya hemos tenido ocasión de hablar en otro momento, por lo que no vamos a entrar mucho en los detalles.

Pero sí señalar que la guerra ya ha terminado,  y ya no hay jugadores a los que proteger enchufando en destinos militares cercanos, lo que no es óbice para que el club sevillista, presidido por Sánchez Pizjuán, se embarque en esta manifestación de patrioterismo deportivo.

Por cierto, qué gran valor testimonial tendría localizar uno de los carteles anunciadores del encuentro y que así era descrito en la prensa sevillana dos días antes del partido.



                                                               FE 5-05-1939 

Esos colores rojo y gualda de los carteles que el club organizador colocó por las esquinas de la ciudad anunciando el “suceso” harían la delicia hoy en día de algún que otro coleccionista.  

En donde nos vamos a centrar es en el destacado papel que Sánchez Pizjuán juega durante las celebraciones posteriores al partido. Un papel que desmiente ese credo liberal que La Palangana Mecánica nos cuenta como el habitual proceder de don Ramón. 

Una vez finalizado el partido se celebra un banquete organizado por el Sevilla FC. Lo preside el general Queipo de Llano, con el cónsul de Portugal a su derecha, y a su izquierda el Gobernador Civil y jefe provincial del Movimiento (Eduardo Cadenas), además del alcalde de la ciudad Enrique Balbontín (ex presidente del Sevilla FC).

También tomaron asiento en la mesa los coroneles Cuesta y Bohórquez (esos personajes a los que tan devotos son en La Palangana Mecánica), el comandante López Guerrero, ayudante de Queipo de Llano, los presidentes de la Federación Sur Antonio Calderón (otro ex directivo sevillista y que ya en septiembre de 1936 no dudó en ofrecer la organización de un partido en homenaje "al ejército salvador de España), del Sevilla FC, Ramón Sánchez Pizjuán, y del Betis Balompié, Antonio Moreno Sevillano, el presidente de la Asociación de Fútbol de Lisboa, señor Vieira, el barón de Gracia Real ( otro ex presidente sevillista), el cónsul de Francia, señor Rivoire, etc.

En otras mesas se distribuyeron los jugadores y los representantes de la prensa.

Al terminar la comida el señor Sánchez Pizjuán tomó la palabra como representante del club organizador del acto. Agradeció la colaboración de las autoridades municipales, de otros clubes (Betis, Cádiz, Ceuta, que colaboraron con algún jugador), y de las Federaciones Nacional y Regional y de la Asociación de Fútbol de Lisboa, así como de la Prensa.

Pero donde se destapó don Ramón fue en la siguiente intervención:



                                                                     FE 8-05-1939 

A quien haya seguido otras noticias que hemos dado en esta página esta alocución de Sánchez Pizjuán le resultará casi idéntica a la que publicamos en una entrada denominada Hablando de Olmedadas.

De esa publicación en ABC el 7 de enero de 1939 era autor el periodista y militar Antonio Olmedo, de reconocida filiación verdiblanca (uno de los escasísimos periodistas béticos en la época) y uno de los demonios familiares de La Palangana Mecánica. 

Pues bien, Sánchez Pizjuán utiliza argumentos muy similares, casi calcados a los de Olmedo: la fe en el triunfo del Ejército, la seguridad en la victoria del Caudillo, las referencias a la Cruzada etc   

 Una extraña sintonía entre el pensamiento de un militar, que apoyaba públicamente la sublevación de 1936 y el régimen que se instauró, y el del presidente del Sevilla FC.

 Ramón Sánchez Pizjuán ¿Un liberal? ¿Puede esto ser sostenido a la luz de la documentación conocida? ¿O es que cuando decía estas cosas estaba obligado por la presencia de los militares, los fascistas y los béticos allí presentes? ¿Era Cuesta Monereo, Bohórquez ó Moreno Sevillano quien le encañonaban para decir lo que decía? Esa será la respuesta que nos darán desde La Palangana Mecánica. No nos cabe la menor duda.

En el acto también tomaron la palabra Antonio Calderón, presidente de la Federación Regional Sur, que terminó vitoreando a Portugal, a Salazar, a España y a Franco, el representante de la Asociación de Fútbol de Lisboa y finalmente el general Queipo de Llano, quien también terminó con vítores a los mismos personajes.

Pero no termina aquí el idilio entre don Ramón y las autoridades militares, pues en la misma crónica se nos da un dato aún más sorprendente:

                                                       
                                                          FE  8-05-1939 

 ¡ Qué entrañable y conmovedor ¡ Don Ramón regalando a Queipo de Llano el menú del banquete homenaje al amateur del Sevilla FC, y que no pudo celebrarse por el inicio de “la liberación de España”.  Desde luego cada vez más piezas del puzzle van encajando, y cada vez la manipulación con la que algunos presentan el proceder y la ejecutoria del presidente sevillista es menos creíble.

¿También esto lo hacía Sánchez Pizjuán para proteger al Sevilla FC, al sevillismo y a sus jugadores?  Porque si esto mismo lo hubiera hecho el Betis sería una prueba palpable de la alineación y sintonía plena con el régimen, y de la conspiración bético-fascista-militar. Claro, que como ya he comentado en varias ocasiones, estos multidisciplinados investigadores palanganas son el ejemplo más palpable de la ley del embudo: la parte estrecha pa tí, la ancha pa mí.


Y no terminaron ahí los fastos patrióticos del Sevilla FC y su homenaje al Ejército. Acto seguido se enviaron telegramas a la secretaría particular de su excelencia el Generalísimo, al seleccionador nacional Amadeo García Salazar y a la Federación Española de Fútbol. No tienen desperdicio, como podemos leer textualmente:






                                                  FE  8-05-1939



Los firma personalmente Ramón Sánchez Pizjuán, a quien como la prensa se dijo textualmente fue “el alma de la organización del encuentro”.



                                                              FE 8-05-1939

Pero no se vayan que ahí más. En la cocina ya estamos preparando el segundo plato de este suculento menú.


8 comentarios:

  1. Pero si tanto el Sevilla como el Betis tenian dirigentes fascistas, ¿como es que el Betis siempre se ha excusado con que al ser el equipo del pueblo, se vio perjudicado por los fascistas? A ver si no va a ser cierto y la inferioridad del Betis respecto al Sevilla era simplemente porque lo han hecho peor y punto.

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  2. Que los dirigentes de ambos clubs mantenían una sintonía con el poder es un hecho constatado. Porque tan falsa es la visión del Betis como equipo de los obreros y el Sevilla el de los señoritos, la que nos contaron, como la del Betis como equipo reaccionario de los militares y fascistas y el Sevilla como equipo liberal y republicano, como nos quieren contar ahora. Con la diferencia que las batallas de los abuelitos las contaban gente sin formación y las de ahora nos las cuentan supuestos investigadores. O eso dicen...

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  3. Falso. Huís hacia adelante y mienten descaradamente. No hay un elenco de sevillistas previo a la Guerra Civil tan numeroso como el bético, ni tan inmerso en el golpe y posterior represión.

    Décadas hablando del equipo de los obreros y los represores sevillistas muchas personalidades relevantes de verde, políticos, escritores, intelectuales, etc. no son analfabetos como pretendéis hacernos creer, y ahora que se descubre el pastel todos fuimos iguales como mal menor.

    De eso nada, apechamos muchos años con el cuento que nos contásteis, ahora os toca a vosotros, y teneis la responsabilidad de contarle al beticismo la verdad si os queréis dedicar a esto, claro está, y no a coleccionar sellos.

    No hay soluciones intermedias, hay investigación que hasta ahora no habéis podido rebatir en los términos en los que se os plantea. Dándole la vuelta a la tortilla sí, es lo que hacéis habitualmente.

    No existen personajes de lado sevillista que hayan lanzado tanta mierda contra el rival como habéis hecho vosotros, ni que hayan utilizado tanto la Historia como arma arrojadiza, y si existen debéis enumerarlos uno a uno y compararlos. Eso es metodología científica y es precisamente lo que no hacéis.

    Encima tenéis la cara dura de achacárselo a los rivales. Os agarráis a un clavo ardiendo vergonzosamente.

    Hay que vestirse por los pies queridos amigos, aunque no importa la razón que pueda tener este comentario, seguiréis diciendo lo mismo, no tenéis otra.

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  4. No se trata de darle ninguna vuelta a la tortilla, sino de contar lo que pasó. En el ámbito de investigación palanganera eso escuece y mucho, pues poseídos de un dogmatismo y unos aires de superioridad, se encuentran con una respuesta inesperada en un tema que creían definitivamente cerrado. Pues ajo y agua, que todavía queda mucha tela que cortar.
    Al menos ya hay uno que reconoce quien le proporcionó esa imagen que tanto aspiraba a tener. Una señal de que aquí no se ocultan las cosas como sí se hace en otros ámbitos.
    Y sobre esa insistente petición de los palanganeros ya está respondida en varias ocasiones, pero no me importa volver a ponerla aquí de nuevo: ¿Pedir perdón por lo que otros han dicho o escrito? Sentados podéis esperar. Que cada palo aguante su vela. Respondo de lo que escribo, no de lo de otros. Las unanimidades a la búlgara, el borreguismo grupal y el cerrar filas ante el enemigo exterior no van conmigo. A eso que se apunten los borregos

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  5. ¿Quién dice que no se cuente lo que haya que contarse? ¿No ha sido siempre el Sevilla FC el club fascista y su presidente el jefe de ellos? ¿No llevamos quizás aguantando este palo durante años y años? Ahí es donde dáis la vuelta a la tortilla, lo que decimos nosotros siempre es en repuesta a lo que siempre contaron ilustres béticos de nosotros y que después repitieron como loros en el bar.

    Qué narices nos va a importar que lleguéis diciendo lo mismo que lleváis diciendo durante décadas? No pedís perdón, pero no paráis de decir lo mismo, el borreguismo va implícito cuando sabéis, porque lo habéis comprobado, que la Historia no ocurrió así y asentís a la versión de siempre sin pudor alguno.

    Y lo más grave es que contáis esas cosas pensando desde la ingenuidad que erosionáis la versión sevillista, cuando en realidad no hacéis más que reforzarla y potenciarla por mil.

    No habéis discutido ni uno solo de los 50 fascistas/falangistas/nazis reconocidos en vuestro club, os limitáis a decir "y tú más" o bien "y tu presidente histórico más" ¿Habís mirado el vuestro quizás? Contadlo a los vuestros, pero para eso hay que tener agallas.

    Demostrad lo contrario, pero ¿sabéis?, no podéis. Ni siquiera habéis discutido ni cuestionado lo que os planteé en el anterior comentario.

    Nunca atendéis lo que se os plantea de lado sevillista, nosotros siempre respondemos a vuestros requerimientos. No podéis simplemente.

    No pidáis perdón, solo tenéis que contarle la verdad a los béticos, es suficiente. Hay que hacer un ejercicio de honestidad, no de perdón.

    No es que no podamos soportar lo que ustedes escriben, es que en muchas ocasiones nos da vergüenza ajena leerlo, viendo la cantidad de datos que omiten y encima culpáis al rival de lo mismo.

    Habéis llegado a decir que un suelto periodístico estaba recortado y manipulado, cuando debajo tenía la fecha y el periódico para que todos los comprobaran en un par de clicks de ratón.

    Lamentable.



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  6. http://lastablasverdes.blogspot.com.es/2013/05/lo-que-no-cuenta-la-palangana-mecanica.html

    Tan sencillo como leer lo que aquí desarrollé. El reloj de péndulo se llama y refleja perfectamente el terreno en el que nos movemos.

    Y para ejemplo del "y tú más" no tiene usted más que leerse como finalicé esa serie:

    http://lastablasverdes.blogspot.com.es/2013/05/7-conclusiones.html

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  7. Había fascistas en ambos clubes, no se trata de un "y tú más", era algo normal en la sociedad local de la época. Además, me duele que se emplee "fascista" con una connotación negativa refiriéndose a los integrantes de ambas sociedades de entonces. Sevillistas y béticos somos familias de iguales orígenes, se mire como se mire. Ambas sociedades eran amigas porque sus socios lo eran. Eran de iguales clases sociales, altas, porque así empezó el foot-ball. El "y tú más" es hipócrita, pueril y de pocas luces. Démonos la mano y caminemos juntos como en los primeros años, descubramos la historia de nuestro fútbol juntos. Admitamos lo q está en las hemerotecas. A mí me da igual que mi Betis sea posterior o anterior a mi Sevilla. La Historia es como es, aceptémoslo. Y aprendamos.

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  8. Betis, Sevilla, Balompié, España, Español, Athletic...
    TODOS eran de jóvenes hijos de clases pudientes. Y la clase pudiente sevillana de aquella época era clara y mayoritariamente conservadora y profascista.
    Los comentarios de Martuka no hacen más que herir a mi Sevilla y a mi Betis.
    Conocer los orígenes de nuestros clubes, que son intrínseca e inevitablemente comunes, no debe ser motivo de disputas ni tiene sentido buscar supremacías en ellos. Olé mi Beti, Vamos mi Sevilla.

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