Hace
unos días La
Palangana Mecánica nos regaló una de esas divertidas entregas
bajo el título de “Olmedadas”, en alusión a Antonio Olmedo, uno de los demonios
particulares del sr. Romero, de esos que se le aparecen por las noches y en sus
peores pesadillas le arrebatan las pasadas grandezas, como una Real Sociedad
cualquiera de nuestros tiempos.
Antonio
Olmedo, para quien no lo sepa, fue un periodista deportivo del primer tercio
del siglo XX de reconocida filiación bética, por lo que ya se trata de una rara
avis, pues la información deportiva sevillana de esta época es básicamente
seguidora del Sevilla FC.
No
vamos a negar la evidente parcialidad que denotan algunos de sus artículos,
pero nos hace mucha gracia que esa sea la principal acusación del sr. Romero.
Máxime cuando se compara su labor solitaria con la que realizaban esos otros
periodistas de la época, que, además de su tarea informativa, desempeñaban un
papel mucho más activo en el fútbol de la época.
Imagínense
que actualmente unos “periodistas” de conocida filiación futbolística, por
ejemplo un Tomás Roncero ó un José Ramón de la Morena, por no centrar el
objetivo en la prensa local sevillana, fueran además y a la vez directivos del
Colegio de Arbitros y, aún más sorprendente, árbitros en activo, es decir, que
fueran quienes arbitraran los partidos disputados por el equipo de sus amores ó
por sus rivales.
Vamos,
todo un ejemplo de “imparcialidad” y de “buenas maneras”.
Pues
eso era lo que sucedía en los encuentros que organizaba la Federación Regional Sur durante el periodo en que el fútbol estuvo bajo su
jurisdicción. Una situación a la que no se podía escapar, salvo solicitando que
los encuentros fueran arbitrados por colegiados “imparciales” de otras
federaciones, lo que suponía un cuantioso desembolso monetario, no siempre al
alcance de la economía de los clubs de la época.
Podríamos
escribir, por lo tanto, muchas “Zancadilladas” ó “Beltranadas”, que vendrían a
complementar esas “Olmedadas” del sr. Romero y sus secuaces.
Pero
no van a ir por ahí los tiros, sino por otros derroteros. Porque resulta que
Antonio Olmedo, además de periodista de filiación bética, fue militar. Y fue
uno de los militares que apoyaron la sublevación de julio de 1936 contra el
gobierno republicano.
Esto
sí que le pone al sr. Romero: un militar de esos que a él le gustan, uno de los
fascistas que encajan a la perfección en su mensaje maniqueo: el Betis el
equipo de los militares y los fascistas, frente al Sevilla, el equipo liberal y
republicano. Esa teoría que trata de imponer a toda costa, y que repite
machaconamente aunque las piezas del puzzle no encajen, para que sus seguidores
instalen en su cerebro el programa que piensa por ellos.
Todo
muy bonito, todo muy estudiado, todo perfecto. O no...
Porque hay una pieza que no termina de encajar
en ese puzzle, o al menos a mí nunca me ha terminado de encajar. Se trata de un
escrito que aparece en ABC el 7 de marzo de 1939, casi al final de la guerra civil, a la
que solo faltaban ya 24 días para terminar.
Un caso excepcional en los escritos de Olmedo,
pues vincula directamente la situación política del momento con un determinado
club de fútbol, cosa que no aparece en el resto de sus escritos, al menos no de
forma tan evidente.
Este
escrito ha sido usado en La Palangana Mecánica, pero mutilado y de forma
parcial, pues solo se hace mención de él en una determinada parte, en aquella
que se refiere a la suscripción del campo realizada por los socios del Sevilla,
no mencionándose para nada el resto del artículo de Olmedo.
Se
trata de toda una loa al Sevilla FC.
Sí,
señores, Antonio Olmedo escribe en ABC una alabanza en honor del Sevilla FC,
vinculándolo directamente con la labor patriótica de apoyo y confianza en la
victoria del bando franquista en la guerra civil.
Toda una serie de calificativos y frases que no encajan para nada con el esquema de sevillistas liberales y republicanos que nos vende el sr. Romero:
El Consejo Director del Sevilla FC se reservó, en acuerdo unánime, la facultad de rendir homenaje a las Tropas Españolas…”
“…rotunda expresión de confianza indirectamente otorgada al Salvador de Andalucía, a Franco, Caudillo de la novísima reconquista, al valeroso Ejército Nacional, cimiento del Imperio renaciente…”
Para terminar el articulo con una frase contundente y demoledora: “El Sevilla FC puede ufanarse de haber contribuido con el mayor éxito registrado en su historial al éxito de las armas nacionales. Su fe ha servido a la Causa.
¿Tendrá alguna explicación convincente y seria para ello? ¿Con qué búsqueda de los tres pies del gato nos sorprenderá esta vez? ¿Demostrará que todo fue un montaje de Olmedo, que escribió este artículo sólo para que 74 años después alguien lo usara contra La Palangana Mecánica y sus teorías de buenos y malos? Ansiamos expectantes la labor explicativa de la Santísima Trinidad Palangana. Que el Multidisciplinary Team, los Guardianes de la Memoria, o el mismísimo sr. Romero nos aclaren esta Olmedada tan extraña.
2 comentarios:
"Los miembros de la Sociedad, obreros, artesanos y gentes de clase media, en su mayoría, aportaron decididamente los miles de duros necesarios y el Sevilla compró su terreno cuando aún quedaban muchas, muchísimas jornadas de dura lucha".
fabuloso artículo. Demuestra una vez más las patrañas que está escribiendo el grupo de investigadores del Sevilla FC.
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