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lunes, 12 de agosto de 2013

EL PATRIMONIO HISTÓRICO DEL CLUB. UNA REFLEXIÓN

Hace ya más cien años que unos alumnos de la Academia Politécnica Sevilla se organizaron para la práctica reglamentada de un deporte que, casi con total seguridad, ya frecuentaban con anterioridad.

A lo largo de este extenso periodo de tiempo el Real Betis Balompié, y sus antecedentes el Sevilla Balompié ó el Real Betis FC, han ido generando un patrimonio material que forma parte de la memoria histórica del Beticismo.

Pero, desgraciadamente, no ha sido la salvaguarda de este patrimonio uno de los ejes de actuación del club a lo largo de nuestra historia, de forma que durante todo este tiempo se ha perdido gran parte del legado material de los que nos antecedieron.

Se ha aludido con frecuencia como una de las razones de esta situación a diversos hechos, como los que se produjeron en la secretaría bética con motivo del inicio de la guerra civil en Sevilla en 1936, ó las diversas riadas que en los años 40 inundaron las instalaciones de Heliópolis. Esto podría explicar la perdida de determinada documentación histórica del club, y de objetos como trofeos, fotografías, banderines, etc, pero siempre de momentos anteriores a estas circunstancias.



Pero, aún siendo unos hechos a tener en cuenta, no explican la desaparición de diverso material histórico que se ha producido posteriormente a los momentos reseñados. Como ejemplo de ello vamos a aludir a dos casos muy concretos.

El primero de ellos se refiere a dos banderines de clubs que se enfrentaron al Betis en los años 20 y 30; uno corresponde al Budapest Sport Egyesulet, club húngaro que jugó contra el Betis en 1929, y otro a la Ambrosiana de Milán (nombre del actual Inter), que jugó contra el Betis en 1935.

Estos dos banderines, que podemos ver aquí y aquí, aparecen aún como propiedad del club en 1958, cuando en un especial del semanario Marca con motivo de las Bodas de Oro celebradas ese año, se insertan sus imágenes. Ni la destrucción de la secretaría bética de la calle Bilbao en 1936 ni las riadas de los años 40 acabaron con este material, ya que en 1958 aún lo conservaba el club.

Hoy estos banderines no forman parte de nuestro patrimonio. ¿Quién y cuándo los hizo desaparecer? ¿Dónde se encuentran actualmente? Son preguntas a las que no podemos responder por el momento.

El segundo ejemplo es de plena actualidad, pues en la página web de una conocida casa de ventas se exhibe actualmente el trofeo que el Betis recibió en 1974 por su participación en la V edición del Trofeo Ciudad de La Línea, edición en la que el Betis defendía el título obtenido el año anterior por su triunfo final frente al Belenenses lisboeta. El Betis en la edición de 1974 venció en semifinales a la Unión Española chilena por 1 a 0, perdiendo la final contra el Hajduk Split yugoslavo por 2 a 1.



Tampoco los hechos de 1936 ni de 1948 explican este otro expolio sufrido por el patrimonio del Real Betis Balompié. Alguien se apropió de lo que no era suyo. La prueba está ahí, en venta por internet y al alcance de quien pague los 300 euros que se solicitan.

No es cuestión en este momento de buscar al ó a los responsables de hechos que se produjeron tiempo ha, pero sí de sacar a la luz un problema que ha sido, desafortunadamente, bastante repetido en la historia del Betis, como es el escaso interés por salvaguardar el patrimonio histórico del club.

Se supone que corren tiempos de regeneración en la dirección actual de nuestro club. Ante ello nos hacemos las siguientes preguntas:

  • ¿Está entre las ocupaciones y preocupaciones del actual Consejo de Administración velar por el patrimonio histórico del Real Betis Balompié?
  • ¿Podemos tener hoy la seguridad de que hechos como los anteriormente descritos no se podrían repetir en la actualidad?
  • ¿Hay algún tipo de control sobre el patrimonio histórico y documental del club?
  • ¿Está éste inventariado ó existen planes para hacerlo?
  • ¿Hay alguna intención de rescatar el patrimonio disperso actualmente?

Nos gustaría que estas preguntas que nos hacemos fueran tomadas en consideración por quienes están obligados a velar por el patrimonio recibido de los que nos antecedieron, acrecentarlo y hacerlo llegar a los que nos sucederán en el tiempo.

1 comentario:

  1. Me temo que no ponen mucho empeño en salvaguardar el patrimonio histórico, como podemos comprobar con las desapariciones del mural de azulejos de la puerta de cristales, la videoteca tirada a un cuba de escombros, tras unas obras que se hicieron en los interiores del estadio, o ver cómo la mayoría de trofeos del club siguen apilados en cuartillos o en el suelo de las dependencias interiores de la ciudad deportiva o al entrar por la puerta de cristales en un rincón del vestíbulo de la misma. Menos mal que la Sra. Simó y su/s colaborador/es iban a evitar esto y eso que uno que forma parte del supuesto área se quejaba de todo esto en tiempos de Lopera y ahora calla y traga por hechos similares, no vaya a ser que se lleve "bofetadas". Lamentable.

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