Nunca fue un jugador de los llamados mediáticos ni nunca lo pretendió ser, pero todos los que alguna vez tuvimos la suerte de verle jugar sabemos que ha sido uno de los jugadores mas importantes que han vestido nunca la elástica verdiblanca.
Tenía tal dominio con ambas piernas que llegó a jugar en todas las zonas del campo, salvo en la portería, con un nivel altísimo durante las catorce temporadas que defendió nuestro escudo. Como todo artista, nunca tuvo un término medio y también le he conocido tardes en que definitivamente se tiraba al callejón y era increpado por unos aficionados que sabían que en cualquier momento podía levantar la tarde con una de sus genialidades.
Recuerdo una imagen suya, ya mayor, en el estadio del Salto del Caballo en Toledo en una final de copa de juveniles.Recuerdo sus lagrimas cuando su hijo tiró una de la penas máximas y estoy seguro que en su mente pasaronn viejos fantasmas del pasado donde se negó a tirar en aquella tarde en que ganamos la primera Copa del Rey tras haber fallado en el segundo gol del Atlético de Bilbao.
Era un jugador que sin tener un físico que le acompañara, tenía tal dominio del juego y de los espacios que era rapadísimo en sus primeros años de extremo y,en sus últimos de defensa, donde ya había perdido parte de sus facultades, tenía tal técnica y sentido de la colocación que podía dejar en ridículo al mejor de los delanteros.
No tengo mas que decir, sólo comentar que se nos ha ido un artísta del fútbol donde la técnica mas depurada, la anarquía y el coraje han vestido el mismo uniforme.
Se nos ha ido un Bético: D.ANTONIO BENÍTEZ, descanse en paz
0 comentarios:
Publicar un comentario