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Decanos en pelotazos

Desde Noviembre de 2017, el Área de Historia del Sevilla FC a través de su cuenta "B" de Twitter, está inmersa una campaña de desacreditación del buen nombre del Real Betis Balompié en el tema de la adquisición por parte de nuestro club del estadio municipal de Heliópolis (actual estadio Benito Villamarín). No solo insinúan actuaciones corruptas por parte del Ayuntamiento de Sevilla de 1960 tanto en la forma de gestionar la venta del estadio, sino también en la postventa, llegando a poner en duda si el Betis llegó a pagar o no el dinero que el Ayuntamiento sevillano fijó cómo precio de venta. En definitiva, se insinúa que los regidores del Ayuntamiento cometieron irregularidades al regalar un estadio propiedad de la ciudad al Betis y tachan a nuestro club de ser una entidad parásita de las instituciones públicas, y habitualmente ayudada y protegida por la Corona, la aristocracia y la dictadura franquista.

A su vez, y en contraposición a eso que denuncian, presentan a su club como justo lo contrario. Un club íntegro que nunca ha querido aprovecharse ni de los poderes públicos ni de de las élites sociales y políticas y que ha conseguido todo lo que tiene gracias y en exclusiva al esfuerzo y sacrificio de sus socios, frente a la hostilidad del poder establecido. Sobre todo durante el periodo de la dictadura franquista, que intentaban hundirlos para salvar al Real Betis Balompié. Obviando el hecho de que ésas mismas autoridades franquistas que ellos utilizan para atacar al Betis, les regalaron el único título de Liga que tienen, ya que tras ser condenado el Sevilla FC por ALINEACIÓN INDEBIDA nada más y nada menos que en DIEZ partidos, no anularon ni dieron por perdidos los encuentros jugados con ése jugador indebidamente alineado y que le fue robado al Real Betis Balompié mediante una maniobra posteriormente calificada por las autoridades juzgadoras cómo delictiva y anómala.

Creadores de mitos falsos

En la descripción del propio perfil de dicha cuenta "B" del Área de Historia del Sevilla FC, se alardea de que su club paga estadios con el bolsillo de sus socios:


Es más, José Enrique Vidal, miembro de la citada Área de Historia del club sevillista, en un artículo publicado en ABC en Junio de 2016 decía así:


Todo muy romántico y bonito si no fuese porque el Sevilla FC desde su fundación allá por 1908 tuvo entre sus miembros a buena parte de la élite económica, social y política sevillana y no tan sevillana. Pero es que además es DEMAGÓGICO y FALSO.

Es demagógico porque jugar en terrenos municipales no es que no tenga nada de malo siempre que se abonen alquileres y tasas, sino es hasta bueno ya que con esos alquileres, las arcas públicas se benefician económicamente de ésa utilización.

Y es falso porque en SUS PRIMEROS DIEZ AÑOS de existencia cómo club y en los que estuvieron en el Prado de San Sebastián (1908-1918), el campo del Sevilla FC estuvo ubicado en terrenos municipales.

Pero además, como la cabra siempre tira al monte, al poner en valor y presumir de la utilización de terrenos privados y renegar de los públicos, los historiadores del Sevilla FC destilan un elitismo y esnobismo que se contradice con la historia progresista, popular y democrática que postulan para su club. Quieren marcar las distancias con los que juegan en campos municipales. Para ellos es una deshonra propia de la chusma deportiva.

Pero sigamos con el relato y veamos un ejemplo de campo conseguido “gracias al sudor” de los socios del SFC.

El Campo de Reina Victoria

En 1918, tanto Real Betis Balompié como Sevilla FC tuvieron que abandonar el Prado de San Sebastián debido al ensanche de la Feria de Abril. Ambos clubes tuvieron que buscar un nuevo emplazamiento para sus campos.

¿Qué hizo el Real Betis Balompié para tener su campo? ¿Pidió ayuda al Rey, al ejército, al Duque de Alba, a algún gran empresario o terrateniente? pues no, acudió al Ayuntamiento para que le cediese unos terrenos en la Huerta del Fraile (barrio de El Porvenir) donde construyó el Campo del Patronato a cambio de un alquiler. Una alternativa nada aristocrática por cierto:


¿Qué grandes sacrificios y fatiguitas pasaron en el Sevilla FC para conseguir su campo? pues acudir al 5º Marqués de Esquivel, D. Manuel Medina y Carvajal para que intercediese ante su señora madre la marquesa de Esquivel, dueña de unos terrenitos en la actual Avenida de la Palmera para que se los cediese graciosamente al Sevilla FC. Y el gran sacrificio que tuvieron que hacer los sevillistas fue levantar el brazo en una asamblea de socios para nombrar directivo al Sr. Marqués, no tiene pinta de ser una gestión muy proletaria:


Por cierto, este mismo Marqués de Esquivel que tanto ayudó al Sevilla FC y que fue premiado con un cargo directivo en ese club, fue cómplice en el levantamiento militar monárquico/fascista liderado por el General Sanjurjo en 1932 contra el Gobierno democrático de la República y que finalmente fue sofocado.

Como pueden ver, el Área de Historia del Sevilla FC, cuya obsesión es la de colgarle el sambenito al Real Betis Balompié de club favorecido habitualmente por la monarquía, la aristocracia española y el poder político, pero resulta que su segundo campo fue construido en los terrenos de un Marqués golpista y cuyo título nobiliario fue creado por el Rey Fernando VII.

El Betis eligió irse a unos terrenos PÚBLICOS MUNICIPALES y pagando alquiler y tasas.

El Pelotazo consumado

En la citada campaña de desprestigio hacia el Real Betis Balompié por parte de los miembros del Área de Historia del Sevilla FC se pone otro ejemplo del favoritismo político hacia el Betis, otra “presunta golfada” que estaría tramando el Ayuntamiento de Sevilla, esta vez perpetrada en la actualidad por el alcalde socialista Juan Espadas al que acusan de actuar “pestilentemente” por negociar la permuta de unos terrenos aledaños al Benito Villamarín:


A los historiadores del SFC les parece pestilente que el Real Betis Balompié negocie el cambio de unos terrenos con el Ayuntamiento, pero por el contrario les parece de lo más normal y aseado que el Ayuntamiento del también socialista Manuel del Valle, le regalase al Sevilla FC presidido por Luis Cuervas, OCHOCIENTOS MILLONES DE PESETAS (que equivaldrían actualmente a cerca de ONCE MILLONES DE EUROS) al cambiar en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) la calificación de los terrenos donde actualmente se encuentra el Nervión Plaza de "zona verde" a "zona urbanizable".
Un descampado donde como mucho se podían aparcar coches, sembrar arbolitos o poner columpios, gracias al Ayuntamiento y de la noche a la mañana pasó a ser zona edificable, embolsándose el club sevillista semejante millonada. El pelotazo urbanístico fue notable. Pero de ésta gestión municipal no se acuerdan:


El pelotazo fallido

Pero para pelotazo el que intentó el club de los sacrificios y las fatiguitas en 1924 a costa de todos los sevillanos y españoles. No les funcionó por unos centenares de metros. Este documento que llegó hasta nuestras manos hace pocas semanas, o bien lo tienen los historiadores del SFC y lo ocultan por razones obvias, o desconocen su existencia, con lo que se van a enterar de una parte de la historia de su club nada edificante. Veamos:

Desde que se aprobó la organización de la Exposición Iberoamericana de 1929, la construcción de un estadio para la celebración de distintos espectáculos lúdicos y deportivos siempre fue un problema tanto por el emplazamiento del mismo como por la financiación. En un primer momento, la ubicación del estadio estaba prevista en las inmediaciones de la Glorieta de México, descartándose esa posibilidad en primer lugar debido a problemas con los dueños de los terrenos, que casualmente pertenecían a los citados anteriormente Marqueses de Esquivel. Y en segundo lugar porque una parte de los miembros de la Comisión Organizadora de la Exposición Iberoamericana preferían ubicarlo donde finalmente se construyó, al final de la Exposición por el sector sur para darle más vida y animación a aquella zona, que era la más alejada del centro urbano.

Pero mientras se decidía donde ubicar el Estadio y aprovechando esos momentos de dudas, el Sevilla FC quiso aprovecharse de la situación tirando de ingenio y sobre todo de jeta, mucha jeta. He aquí el documento:


La carta enviada a la Comisión Organizadora de la Exposición Iberoamericana el 23 de Junio de 1924, con membrete del club y firmada tanto por el Presidente como por el Secretario del Sevilla FC, no tiene desperdicio de principio a fin. Es un monumento epistolar al arte del sablazo. Vamos a analizar la carta por partes.

En primer lugar, llama la atención que la carta no vaya dirigida ni al Presidente, ni al Director y Arquitecto Jefe de la Exposición, el Sr. Aníbal González, y más siendo una propuesta básicamente arquitectónica, técnica y de planeamiento urbanístico de la misma. Pero el Presidente del Sevilla, que meses antes de firmar esa carta era Diputado a Cortes, conocía bien los atajos y las teclas que tenía que tocar para conseguir más fácilmente su propósito, decidió que su destinatario sería el ex-Alcalde D. Antonio Halcón y Vinent, 1er Conde de Halcón. Quizás el hecho de que fuese amigo, ex-Alcalde, aristócrata y político como él, hizo que se decantara por utilizarlo como topo y "conseguidor" ante la Comisión Organizadora. Como ya hemos visto, el Sevilla FC solía pegar buenos picotazos gracias a la nobleza cortesana.

En la primera parte de la carta el Sevilla FC hace un despliegue de "humildad" al decir que en esos momentos eran el único club que podía organizar espectáculos deportivos "de verdadera resonancia".
Es surrealista que un club, para conseguir unos favores de una Comisión Organizadora presuma de ser el único con potencial y capacitación para organizar eventos, y tres párrafos después le piden a esa misma Comisión que le de dinero y medios para realizar dichos eventos.

A continuación exponen que están en conversaciones con los dueños de los terrenos del actual barrio de Los Remedios para comprarles una parcela en una zona colindante a Triana:



Después exponen el proyecto que tenían pensado construir en esos terrenos. No se pierdan las “modestas” pretensiones del Sevilla FC:
  • Estadio con parte del graderío cubierto, de 16.000 personas ampliable a 30.000, con vestuario completo.
  • Edificio para el club, obviamente destinado a oficinas, taquillas, salones sociales, etc
  • Varios campos de tenis.
  • Piscina
  • Pista para la práctica de atletismo:



Y claro, teniendo en cuenta que semejante obra faraónica para la época, en mitad de un descampado y rodeado de huertos, con la consiguiente afluencia de público que previsiblemente tendría durante los espectáculos que se organizarían, necesitaba de unos accesos acorde a la misma y eso a los dirigentes sevillistas les preocupaba. Pero también les preocupaba que al estar los terrenos previstos bastante retirados del recinto de la Exposición, la Comisión Organizadora les echase para atrás el invento. Para ese problema también encontraron unos atenuantes:


Hasta aquí el proyecto que tenían planeado los esforzados socios del Sevilla FC para edificar en los terrenos que tenían pensado adquirir.

Y se preguntarán que ¿cómo tenían pensado costear tanto estadio cubierto, tanta piscina, pistas de tenis y atletismo, edificio social para el club y urbanización y accesos a las instalaciones? ¿Pidiendo a los socios del club que aportasen el dinero?, pues no, el objetivo era que lo pagase finalmente la organizadora de la Exposición Iberoamericana con el dinero de los ciudadanos de Sevilla, de su provincia y de los españoles en general, ya que el presupuesto de la Exposición fue aportado por el Ayuntamiento de Sevilla, la Diputación y la Casa Real en nombre del Estado Español.

A continuación viene la parte en la que los desahogados dirigentes sevillistas ponen las condiciones de su proyecto, son 4 puntos:

  • A) Subvención "por cantidad alzada" de las obras por parte de la Exposición Iberoamericana. (Traducción: dame el dinero, pero tirando al alza no sea que haya sobrecostes y se quede a medias) 
  • B) Mediante esa subvención, la Exposición dispondría de las instalaciones durante el año que duraba su celebración. (Esta cláusula es de un cinismo sin precedentes, el colmo sería que la Exposición le pague las obras y encima no pudieran disponer del recinto)
  • C) El Sevilla FC sería el que organizaría los espectáculos, y encima se llevaría comisiones por cada uno de los mismos. (No se conformaban con que le hiciesen las instalaciones sino que también querían pegar picotazos por cada evento organizado).
  • D) La mano de obra y la logística necesaria para realizar los espectáculos también correrían por cuenta de la Exposición (o sea, yo te organizo y la mano de obra necesaria la contrato yo, y los servicios los contrato yo, pero tú pagas)

En la últimas consideraciones se le dice a la Comisión Organizadora que se den prisa en contestar no vaya a ser que si se leen bien el proyecto se den cuenta de en qué vasito está la bolita:



Finalizada la carta, el Presidente, Manuel Blasco Garzón, y el Secretario, Ramón Sánchez Pizjuán procedieron a firmarla: (obsérvese las palabras "que no" escritas junto a las firmas, muy esclarecedoras del fin que tuvo la ocurrencia):




Y los Reyes Magos les tuvieron que decir que no. El argumento esgrimido fue lo que ya se temía el Presidente del SFC en la carta. El terreno ofrecido para la construcción del complejo deportivo estaba demasiado alejado y desconectado de la Exposición. Si hubiesen encontrado unos terrenos más cercanos con mucha probabilidad la jugada les hubiese salido bien. Se quedaron a unos centenares de metros de pegar la madre de todos los pelotazos. Aún así no se dieron por vencidos, conocedores de los problemas que tenía la Comisión Organizadora para construir el estadio, recurrieron a la prensa para crear expectativas y también una imagen de club potente y así fomentar un “clima favorable” a su proyecto en el grupo de personas que tenía que decidir sobre el tema. En Agosto de 1924, el Sevilla FC filtró ésta noticia:




“todo está listo para empezar” decía la filtración. Lo que no estaba listo era el dinero. La pasta la tenían que poner los ciudadanos.

En los meses siguientes se siguieron produciendo “sutiles” presiones e insinuaciones por parte de ciertos miembros de la Comisión Organizadora (que también ostentaban títulos nobiliarios por cierto) hacia los otros compañeros de Comisión para que vieran con buenos ojos la propuesta sevillista. Finalmente, el obstáculo de la distancia fue demasiado insalvable para aprobarlo.

Y por supuesto, de los terrenos que tenían pensado comprar en Los Remedios para construir sus “soberbias, magníficas y colosales” instalaciones nada más se supo, faltó la pasta. Todo fue un señuelo para deslumbrar a la Comisión Organizadora.

La mujer del César no solo debe ser honrada, sino además parecerlo

Con este documento se sacan varias conclusiones. En primer lugar, el cinismo y la prepotencia del Sevilla FC al arrogarse ser el único club preparado para organizar eventos de importancia. Claro que sí, si otros te pagan la carpa, los payasos, los domadores, los leones y los trapecistas, cualquiera está preparado para montar un circo, hasta el Calavera podría haberlo organizado.

En segundo lugar la jeta que le echaron en el Sevilla FC para conseguir instalaciones gratis y acceso a comisiones. La hoja de ruta era la siguiente:

-Comprar un terrenito en medio de un descampado.
-Teniendo ya el solar a su nombre, que lo urbanicen y construyan los españoles. Lo construido no se lo puede llevar nadie.
-Compartir las instalaciones con la Exposición durante un año, y terminado el año dispondrían de unas instalaciones urbanizadas, accesibles y nuevas, en un terreno de su propiedad y pagadas por otros.
-Todos los espectáculos a celebrar durante la Exposición los organizaría el Sevilla FC, llevándose además una comisión por cada uno de ellos.
-El personal y la logística necesarios para la organización de espectáculos serían contratados por el Sevilla FC como entidad encargada de organizarlos pero pagados por la Exposición.

Así se las gastaban y se la continuaron gastando en el Sevilla FC, presumen de ser un club que lo consiguen todo con el esfuerzo de sus socios, y a la más mínima oportunidad recurren a un Marqués para que les ceda unos terrenos, y a las instituciones públicas para que les construyan una mega-ciudad deportiva o para que les recalifiquen unos terrenos y trincar 11 millones de euros.

La diferencia entre un club y otro es que el Real Betis Balompié hasta que compró su estadio en propiedad, siempre ha jugado en terrenos públicos y pagando el correspondiente alquiler. Nunca buscó favores en las élites sociales de la ciudad. Y por supuesto terminó pagando por un estadio municipal que llevaba manteniendo y ampliando durante 20 años y que el Ayuntamiento no podía permitirse dicho mantenimiento si ningún club se hacía cargo del mismo.

El Sevilla FC, quiso que ese mismo estadio, con piscina, pistas de tenis y atletismo y edificio social se lo construyesen todos los sevillanos en sus terrenos para quedárselos gratis total después de la Exposición.

En el caso del Betis, el Ayuntamiento recaudó 14 millones de pesetas de 1961 además del ahorro a las arcas públicas que supuso que el club se hiciese cargo casi en su totalidad del mantenimiento y mejoras durante 20 años.

Con la propuesta que hizo el Sevilla FC en 1924, en la que se pide abiertamente el pago de subvenciones y comisiones de las arcas públicas hacia una sociedad privada, el Ayuntamiento de Sevilla no hubiese recaudado NADA, todo hubiesen sido gastos. Es más, por menos, 94 años después, alguno que otro ha tenido que darse un paseíto por la Audiencia Nacional.

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